me pongo mis zapatos sin cordón,
me abotono mi camisa de menta,
sonrió pero mi boca se cierra,
me vida una odisea y no conozco a homero,
mis Luz cegadora,
mi bola de nieve,
mi canción que borra la pena,
la pluma con la que escribo,
cuando pienso tontadas,
la comedia divina sin risa,
mi banquete sin Alighieri,
la mariposa en mi estomago,
que vive polinando de sonrisa en sonrisa,
las manos poetas,
el cuento que baja por la espalda,
mi mortadelo y mi filemon,
a mi wally perezoso,
mi tarde naranja,
mi primavera en invierno,
mi malteada, mi hamburguesa,
mi pulsera olvidada,
la rayuela borrosa,
mis instrucciones para llorar,
dejando de lado los motivos,
mi guía de viajeros,
mi restaurante sin dinero,
al fin del universo,
el secreto para volar,
mi robot depresivo,
mi Psicohistoria,
mi "Daniel" Olivaw,
mi detective y su gabardina,
el cine negro,
la femme fatale,
y que no se quede Elijah Baley,
el camino amarillo,
la bruja del este,
la ciudad del pecado,
al perdido en la traducion,
a la de la mirada constante,
y la de las lagrimas de cristal,
a los pies que besan el suelo,
y el continente que visito en mi casa,
a mi instrumentos ACME,
a lo que el viento se llevo,
y lo que mi memento dejo.
